Sir Fever obtuvo el Gran Premio Jockey Club y continúa como favorito para convertirse en triple coronado.

El pasado domingo en el Hipódromo Nacional de Maroñas, se celebró la segunda gema de la Triple Corona, uno de los máximos eventos de la hípica uruguaya, que también se realiza en los principales hipódromos del mundo. 

Patrimonio del barrio Pueblo Ituzaingó 

Al igual que el año pasado, la fecha coincidió con la celebración del Día del Patrimonio, cuyo tema central, en esta oportunidad fue el espacio público, la arquitectura y la participación ciudadana al servicio de la comunidad. El Hipódromo Nacional de Maroñas, cuya fastuosa construcción data del año 1874, ha sido desde su apertura el punto neurálgico del barrio Pueblo Ituzaingó -que este fin de semana celebra sus 140 años-  y la principal fuente de ingreso para los habitantes de la zona. Tras su reapertura, en el año 2003 a cargo de la empresa HRU, se buscó reposicionar al lugar como un espacio abierto a la comunidad. Hoy en día, el recinto hípico que ocupa 62 hectáreas posee la infraestructura necesaria para el desarrollo del turf e incluye una policlínica para la comunidad barrial y un centro CAIF. Además, allí se imparten, en coordinación con UTU, cursos de auxiliar de caballerizas y se llevan a cabo diversos eventos recreativos. 

Nace una leyenda 

El fin de semana, el público vivió otra jornada histórica con la victoria de Sir Fever, que había logrado el Gran Premio Polla de Potrillos G.I. Copa Red Pagos y que se mantiene como favorito para ganar la Triple Corona. También resultaron triunfantes de la jornada, All Saints y Demencial, ganando el Gran Premio de Honor y el Gran Premio Selección, respectivamente. Para  ser triple coronado, los caballos deben participar de las tres gemas en las que se divide el torneo, y en las que se disputan cuatro grandes clásicos del turf nacional. La última vez que un caballo alcanzó tal distinción fue en 2005, cuando Invasor logró el título local antes de comenzar una brillante carrera internacional que culminó con el reconocimiento de Caballo del Año en Estados Unidos.  Además de las carreras, hubo juegos y pop de regalo para los niños, un espacio de belleza para las mujeres y la música en vivo de los referentes del MPU, Alejandro Balbis y El Alemán. Cabe destacar que, este evento del turf,  es un éxito en Uruguay gracias al trabajo de miles de personas que participan en esta industria, entre ellos: peones, jockeys, vareadores, veterinarios, capataces, cuidadores y propietarios, entre otros.